La mayoría de las ocasiones dejamos que sean las circunstancias humanas que definan nuestro propósito, ya sea nuestra carrera, una relación sentimental, nuestra situación económica, muestra familia, una posición, un liderazgo e incluso una meta o un sueño.
Creo que el 20-20 llegó para recordarnos nuestra vulnerabilidad humana y que estamos en este mundo con un solo propósito y la única voluntad de Dios, pudo suceder que se paralizaron sueños utópicos de un 1 de enero, la preocupación por falta de empleo vino a sucumbir la tranquilidad y la frustración pudo llegar a arrebatar la ilusión, contrariamente para muchos y muchas fue la oportunidad perfecta para iniciar un nuevo emprendimiento, para reflexionar y retomar lo que se había perdido por el estrés de un trabajo basado en la opresión, redimir tiempo de calidad en familia e incluso avivar una vida espiritual. Una misma situación, sin embargo, muchos cambios vivenciales.
Iniciamos un nuevo año igualmente que los anteriores lleno de emoción, expectativa e ilusión por lo que vendrá, por esa cosecha que sembramos en un año lleno de transiciones y cambios.
Sin embargo, quiero recordarte que sin importar lo que esté sucediendo a nuestro alrededor, somos de este mundo, pero no pertenecemos a él, no pierdas el enfoque por el cual Dios te puso en tu país, en tu ciudad, en tu trabajo y en tu familia, que nada venga a desenfocarte y a distraerte, fuiste pensando, creado desde antes de la fundación del mundo por Dios y para Dios, que las circunstancias no te desvíen al contrario haz que las circunstancias te alineen a su propósito.
Como hija e hijo de Dios es importante que recuerdes que estas habitando bajo la sombra de un Dios dueño de lo imposible, que si quieres saber para que te pusieron en este planeta tienes que empezar con Dios, entender que ese propósito excede en mucho a tus propios logros, a tu tranquilidad o incluso a tu felicidad. Es mucho más grande que tu familia, tu carrera o aun tus propios sueños y anhelos más vehementes. Naciste por su voluntad y para su voluntad, para nuestra limitada visión humana muchas cosas pueden parecer difíciles de alcanzar pero nuestro padre en cumplidor de promesas Isaías 55:11 nos recuerda ¨así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié¨.
Para hacer cumplir ese designio debemos de menguar nuestra humanidad enfocarnos en nosotros mismos nunca podrá revelarnos el propósito de nuestra vida, muchas veces entender que tener éxito y cumplir el propósito por el cual Dios te envió son dos temas muy distintos, podes alcanzar todas tus metas y ser un triunfador de acuerdo a los estándares sociales y al mismo tiempo pasar desapercibido y desapercibida sin saber cuál fue el motivo por el cual Dios te creo, te invito a ENFOCARTE, a que te alejes de esa atmosfera(amistades, trabajo, relaciones sentimentales) que nubla tu vista, interrumpe tu crecimiento espiritual e impide que su propósito se cumpla en tu vida, pedir la revelación de Dios para conocer ese designio y si ya lo tienes claro a seguir con la mirada fija, con tus pies firmes sobre la roca ¡que nada de desenfoque!
Creo que el poema ¨Eres quién eres¨ de Rusell Kelfer resume muy bien todo
Eres quien eres por una razón,
Eres parte de un plan minucioso,
Eres criatura singular, diseño hermoso,
Llamado por Dios hombre o mujer.
Vas tras la búsqueda de una razón,
Errores no comete Dios,
Te entretejió en el vientre, no eres ilusión.
Eres justo lo que él quería hacer.
A quienes tienes por padres Él eligió,
Pese a cómo te sientas por ello,
De acuerdo con Su plan los escogió,
Del Maestro llevan su sello,
No fue fácil encarar esa emoción,
Dios lloro al verte sufrir,
Lo permitió para formar tu corazón,
Para que a su semejanza puedas vivir.
Eres quien eres por una razón,
La vara del maestro te formó,
Eres quien eres, por amor.
La verdad! ¡Hay un DIOS!